Hoy queremos abordar un tema que puede resonar con muchos de vosotros: el fenómeno del «postureo» en el mundo del yoga. En los últimos tiempos, hemos observado cómo el yoga ha ido perdiendo su esencia en medio de una cultura obsesionada con la imagen y la apariencia exterior.

El yoga, en su forma más pura, es mucho más que poses elaboradas, esterillas de diseño y ropa de marca. Es una práctica ancestral que nos invita a conectarnos con nuestro ser interior, a encontrar la paz y la armonía dentro de nosotros mismos. Sin embargo, en el afán de las apariencias en las redes sociales o en las clases de moda, hemos perdido de vista el verdadero propósito del yoga.

No es raro ver imágenes en Instagram de personas haciendo posturas increíbles en lugares exóticos, con ropa cara y accesorios a juego. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no tienen la flexibilidad de una bailarina o el presupuesto para comprar la última moda en ropa de yoga? ¿Acaso eso los hace menos yoguis?

En Yoga Ashram, creemos firmemente que el yoga no tiene por qué ser elitista ni superficial. No necesitas un armario lleno de ropa cara ni un estudio de lujo para practicar yoga de manera significativa. Todo lo que realmente necesitas es una esterilla, tu respiración y una mente abierta.

El verdadero valor del yoga radica en la calidad de la práctica y la autenticidad del maestro. No se trata de cuánto puedas retorcer tu cuerpo en una determinada postura, sino de cómo te sientes mientras lo haces. No se trata de impresionar a los demás con poses complicadas, sino de cultivar una conexión profunda contigo mismo y con el mundo que te rodea.

En nuestro estudio, nos esforzamos por mantener la esencia del yoga vivo y vibrante. Nos centramos en crear un ambiente acogedor y amoroso donde todos os sintáis bienvenidos y apoyados en vuestra práctica. No nos importa qué marca de ropa uses o si puedes hacer una parada de manos perfecta. Lo que realmente nos importa es tu compromiso con tu propio crecimiento y bienestar.

Así que la próxima vez que te encuentres atrapado en el juego del postureo en el yoga, tómate un momento para reflexionar sobre lo que realmente significa para ti esta práctica. ¿Estás buscando la validación externa o la conexión interna? Recuerda que la verdadera belleza del yoga reside en su simplicidad y su capacidad para transformar nuestras vidas desde adentro hacia afuera.

Volvamos a las raíces del yoga, recordemos por qué empezamos esta práctica en primer lugar y dejemos que eso sea nuestra guía en el camino hacia el crecimiento y la autenticidad.

¡Namaste!